La Dirección General de Bienes Culturales ha dictado la resolución que declarada definitivamente protegido el festejo de Las Pitanzas, que se ha publicado en el BORM este jueves

El Boletín Oficial de la Región de Murcia recoge este jueves la resolución de la Dirección General de Bienes Culturales que declara bien catalogado por su relevancia cultural, de carácter inmaterial, el festejo de Las Pitanzas de Librilla.

La solicitud para proteger este festejo partió de la Asociación Amigos de la Historia de Librilla, que la registró ante la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia el pasado 26 de agosto de 2019, aportando diversa información y documentación, así como una investigación histórica inédita.

Según señala la resolución:

En el Inventario de la Dieta Mediterránea, se describen las Pitanzas de Librilla como "unos panecillos redondos marcados con una cruz en el centro, de unos 175 a 200 gramos que se elaboran en la madrugada del 22 de agosto en la localidad. Es uno de los actos, quizá el más original, que se enmarca en las fiestas patronales de San Bartolomé patrón de la localidad. Su origen está vinculado, según la leyenda, a la época medieval en la que años de penurias y epidemias azotaban a la población cuando había sequías y hambruna. La fiesta empieza por la mañana con el "pasacalles de la recogida de la harina", en el que autoridades locales, comisión de fiestas, y las reinas de las fiestas, recorren cada casa recogiendo entre los vecinos la harina que donan para que se elaboren las pitanzas. En la actualidad, debido a las medidas sanitarias impuestas por la legislación, se recoge dinero pero no harina ya que esta debe ser de procedencia certificada. Durante la madrugada los hornos de la localidad elaboran los panes, y durante la noche, miles de personas del pueblo se reúnen en la plaza del Ayuntamiento, bajo la torre del Reloj, para recibir una lluvia de miles de panes realizada desde los balcones del Ayuntamiento. Existe la creencia que guardando una pitanza en casa durante todo el año, no faltará el alimento a la familia. En la actualidad, se cuecen los panes la noche antes. Entre los actos que participan en este ritual se encuentran: el disparo de cohetes y pólvora, la celebración de una misa en honor a San Bartolomé, pasacalles en la Procesión de San Bartolomé. Las Pitanzas son llevadas por las panaderías al ayuntamiento de Librilla y se guardan recién hechas hasta finalizar la procesión de San Bartolomé. Una vez finalizada, se lanzan desde los balcones del ayuntamiento. Según las informaciones facilitadas, en la última celebración, se lanzaron casi 10.000 pitanzas.

Según concluye la propia declaración de la Dirección General de Bienes Culturales, "en la clasificación de las Pitanzas como patrimonio cultural inmaterial de la Región de Murcia con la categoría de Bien Catalogado por su Relevancia Cultural, se valora el protagonismo ineludible de la comunidad, la continuidad de la tradición durante más de 150 años, la organización de las fiestas de forma tradicional realizada por los propios protagonistas, la gran implicación de la comunidad participante, así mismo, se celebra en un marco espacial propio y se celebra en una fecha determinada. A su vez cuenta con una singularidad y autenticidad propia en el ámbito de la Región de Murcia, posee un gran valor simbólico para la comunidad protagonista así como en forma de leyenda cuenta con un gran interés rememorativo".

La Asociación Amigos de la Historia de Librilla ha agradecido públicamente a todas las personas que han participado para que la declaración haya sido posible, tanto al autor de la solicitud y el estudio, como a las personas que han colaborado, panaderos, investigadores, técnicos de Cultura, y a todos los que de alguna manera han apoyado esta iniciativa.